Paso a paso, Antón desenreda la maraña de mentiras que Victoria tejió a través de los años, como fingir que estaba embarazada y hacerle creer que Viridiana es su hija biológica.
Al enterarse sobre las atrocidades que cometió su esposa, Antón se comunica con Gonzalo para enmendar los errores, pero es demasiado tarde y no logra sobrevivir a una fechoría más de Victoria.